Queriendo hacer viva este deseo de Jesús, el Carmelo Misionero Seglar de Prados de Venecia, en El Salvador, con Hna Carmen Vargas, como Asesora, cada mes tiene como acción de caridad, dedicar un domingo a preparar comida para las personas que viven en la calle.
He podido participar con ellos en esta actividad, aunque no estuve desde el principio de la elaboración de los menus, si me incorporé un rato y pude comprobar el cariño, dedicación y entrega que cada uno ponía en la elaboración, preparación y montaje de la comida.
A las 19:30 horas salimos de casa con la furgoneta cargada de cenas. Y fuimos haciendo el recorrido por las calles, donde habitualmente están los indigentes. Acogían la cena y con una cara de agradecimiento nos respondían “Gracias y que el Señor le bendiga”. Pero lo más fuerte fue al llegar a la Plaza de la Libertad, donde encontramos los soportales llenos de personas tiradas en el suelo, algunos dormidos y otros charlando entre ellos y en mitad de la plaza muchos grupos de familias. Cuando vieron aparecer la furgoneta con la inscripción “Institución Carmelitana” vinieron a formar dos filas para recibir cada uno la ración de cena y el atol para beber.
Realmente me impresionó mucho y resonó ne mi interior el evangelio de Mateo capitulo 25 cuando el Señor invita a que nuestra fe se convierta en obras. “Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me distéis de beber”.
Doy gracias al grupo del CMS que han adquirido este compromiso de solidaridad y de encarnar el carisma palautiano “Amar a Dios, amar al prójimo”. Llevar el amor de Dios a estas personas que pasan necesidad.
Angélica Conde cm











