Jornada formativa sobre el carisma de comunión Palautiana orientada por la Hna. María José Mariño, cm procedente de Salamanca-España y dirigida a laicos del Carmelo Misionero Seglar y hermanas asesoras del CMS de Lima-Perú.
Miembros del CMS “Flor del Carmelo” de Pueblo Libre-Lima nos comparten algunos ecos de lo vivido en este taller a comienzos del año 2023.
Reflexionar sobre el carisma de comunión Palautiana implica reflexionar sobre la pregunta: ¿Qué es la Iglesia para sí misma? Es una pregunta que nos interpela hoy como ayer. De la respuesta que se dé a ella dependerá nuestra acción. En este sentido, las imágenes que nos ayudan a aproximarnos son:

Iglesia como cuerpo de Cristo. Un cuerpo unido a la cabeza de manera inseparable en la diversidad, entendida como un poliedro. De manera que, por el bautismo, nos hace ser lo que Cristo es, Hijos de Dios.
La Iglesia como pueblo de Dios. Un pueblo redimido dinámico, en camino, en comunión, en corresponsabilidad y caridad. Enriquecido desde la vocación y misión de cada uno.
Iglesia como templo del Espíritu Santo. Quien la anima, vivifica y enriquece mediante sus carismas.
La Iglesia sinodal: una comunidad de hermanos que caminan juntos. Que participa de Cristo por el bautismo. Que participa de su filiación divina, de su misión salvífica, por tanto, no hace testigos de la Buena Noticia y medios de salvación.
Luego de esta aproximación sobre lo que implica ser Iglesia, reflexionamos sobre el punto de partida de este hecho de ser Iglesia: Es el encuentro con una persona viva, Cristo resucitado. Quien es la fuente de la conversión, de la vida en comunión, de la participación en la diversidad, es decir de la escucha verdadera, amplia y efectiva. Es la fuente del impulso misionero, es decir, del testimonio del evangelio como kerigma – servicio.

Como laicos, somos parte de Cristo, nos realizamos en ella asumiendo nuestra vocación bautismal y particular. Ello exige la oración, el discernir, es decir, escuchar al Espíritu Santo que renueva y nos impulsa a actuar en las periferias. Quienes claman por ser escuchados, a ser mirados con misericordia samaritana.
Si Bien Dios misericordioso actúa en la historia personal de cada ser humano, de cada pueblo, hoy nuestro pueblo necesita ver en nosotros la misericordia y el amor de Dios. Si amamos a la Iglesia, como amó el padre Palau en su tiempo, cada uno, de manera personal y organizada, con las luces de la doctrina social de la Iglesia, actuemos desde las cosas ordinarias con respeto a lo diferente, con intercambio abierto y enriquecedor, con perseverancia y esperanza. Anclados, como el Padre Palau en Cristo Jesús.
Magdalena y Yuner.
CMS – Flor del Carmelo
Pueblo Libre, Lima- Perú.