En sus escritos muestra singular dominio de la Sgda. Escritura. En algún momento copia capítulos enteros de la biblia. Aparece clara su preferencia por las figuras del Antiguo Testamento. Por personajes carismáticos como los profetas, también. Y en cuanto a libros, ya prefiere el género profético y apocalíptico.

Los redactados en Francia fueron abundantes. Algunos nos han llegado en condiciones precarias. De otros no tenemos más que la noticia de su existencia.

Atentaban -sobre todo- a su forma de vida y a su predicación contagiosa, las contrariedades del entorno. Y él escribe para salir en defensa de su postura como religioso y de las personas a él vinculadas.

Al internarse en la soledad, -de Cantayrac- Palau, comenzó a meditar sobre el misterio de la Iglesia. Su interés fue desplazándose desde el aspecto externo -Iglesia perseguida- hacia el misterio. Así, se inicia lo que más tarde será su inconfundible visión eclesial.

Dos clases de escritos son los que produce en Francia:

De índole apologética, unos y los dedicados a la Iglesia, otros. A esta época pertenecen las primeras cartas que poseemos. Alguna composición llegó hasta 1936. Pero a día de hoy quedan sólo copias de los apologéticos. La pérdida más sensible afecta al dedicado a la Iglesia. Escrito de notable amplitud y singular interés. A juzgar por las noticias, llegadas hasta nosotros. Lo redactó en latín entre 1845-46 en la soledad de Mondésir-Livrón. Quiditas Eclesia Dei ….La pérdida del original es lamentable. Pues no existen copias. Además, es el único libro dedicado a exponer, de forma sistemática, su doctrina sobre el misterio de la Iglesia ¡Lástima!

La redactó en base a dos metáforas: la ciudad y el cuerpo natural. Un apartado presentaba a la Iglesia en forma de mujer. Obra realizada en poco más de un mes, 1846. Los dibujos fueron diseñados por él mismo. E iban acompañados de la explicación adecuada.

Tal vez, más tarde, vertió el contenido en obras posteriores. Especialmente en Mis Relaciones. Y en la Iglesia de Dios figurada ….Obra pionera. En sus reflexiones sobre la Iglesia continuó desde la elaboración de este volumen.

La época francesa de Palau se caracteriza, también, por escritos breves. Entre ellos los presentados al alcalde y a la policía de Caylus -junio 48-. Reprueba las arbitrariedades cometidas contra él y sus compañeros.

Un par de escritos de esta época y con este carácter tienen relativa extensión. Y notable importancia, también. La vida solitaria y el solitario de Cantayrac.

Uno de los primeros escritos de Palau, Cantayrac – Caylus 1849 es La vida solitaria. Tiene carácter claramente autobiográfico. Testimonio revelador de su persona humana. También de su talante espiritual. Lo compuso en un momento enfrentado a su misión carismática. Unido a los sufrimientos y amarguras del exilio, vivía la triste y dramática situación de la Iglesia y de Europa. Sí. Y lo hacía en medio de la incomprensión por el género de vida que él había abrazado.

El original desapareció durante la contienda del 1936-39. Afortunadamente hacia 1923 el p Alejo lo había estudiado, traduciéndolo al castellano. De la fidelidad de la traducción no nos cabe la menor duda.

El P. Palau lo escribió para justificar su comportamiento y defender su vocación de Carmelita. Salió así al paso de interpretaciones arbitrarias e infundadas. Y expuso sus ideas acerca de la vida solitaria y sus implicaciones en el ministerio sacerdotal.

Publicado en francés. Constaba de 12 hojas. Alejo tradujo el documento completo, pero no lo llegó a publicar. Sin embargo, ha servido de base a las posteriores copias.

Al origen, su género de vida. Vivir en cuevas, primer anillo de las vejaciones contra él. Alude a los sacerdotes de Montauban. Nudo gordiano fueron los años de su estancia en España 1846-48. Su estilo de vida solitaria y penitente, piedra de escándalo para unos. De edificación para la mayoría. Lo dedica a una autoridad eclesiástica, amiga y muy respetable.

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