La hna Ivana Ferrante, Italiana, actualmente en la Comunidad “Mater Carmeli” de Roma, ha celebrado las bodas de oro de Consagración Religiosa como Carmelita Misionera. Le hemos pedido el testimonio de fidelidad del Señor para con ella y la respuesta generosa de ella con el Señor. Gracias Ivana por compartir y como dicen “de lo que está lleno el corazón habla la boca”…….
Si a estas alturas de mi vida miro hacia atrás a mis cincuenta años de consagración que he vivido en el Carmelo Misionero, en primer lugar veo cuántos motivos tengo para dar gracias. Antes que nadie doy gracias a Dios, dispensador de todo buen don, que me dio la vida y me guió en algunos momentos de confusión, levantándome cada vez y dándome siempre de nuevo la luz de Su Rostro. Hasta los tramos un tanto oscuros y algo fatigosos fueron para mi salvación y que precisamente en ellos me guió bien. Agradezco a mis padres que me dieron la vida; hermana y dos hermanos. La luz recibida de los ejemplos de la familia aún ilumina todos mis días: representan un legado que no se pudre y que nunca podré agradecer lo suficiente. Agradezco sinceramente a Dios por las hermanas -y en primer lugar por las Superioras Mayores- que ha puesto a mi lado y con las que he caminado. Agradezco a los varios sacerdotes que me han animado, aconsejado, corregido. ¿Qué seríamos sin ellos? He estado en varias comunidades. 11 años en Roma (1970-1981), para la formación inicial y profesional (maestra de escuela infantil) con el interludio de un año escolar en San Giocamo d’Ari (1976-1977) cuando se abrió la comunidad. 11 años en Caprarola (Viterbo – en el centro de Italia) (1981-1992), en la casa de espiritualidad “Santa Teresa di Gesù” de los PP. Carmelitas Descalzos de la Provincia Romana, desde que se abrió la comunidad hasta que se cerró. 11 años (no consecutivos: primero 6: 1992-1998; luego 5: 2004-2009) en Novara, en el norte de Italia, con apostolado en la parroquia, desde que se abrió la comunidad hasta que se cerró. 5 años en San Giacomo d’Acri (Cosenza), en el sur de Italia (1999-2004) verdadera tierra de misión… En Roma desde 2009, en la comunidad “Mater Carmeli”, Escuela. Un último agradecimiento (sobre todo de corazón) a la Congregación por los estudios que pude realizar y que me ayudaron, y siempre me ayudan, en mi vida espiritual y apostólica. La formación es una tarea de toda la vida, especialmente para los tiempos que vivimos. La celebración de la Eucaristía fue un gozo grande, la frase elegida por mis hermanas era “50 años de fidelidad” y eso es lo que siento en estos momentos, la fidelidad del Señor para conmigo, ha sido y es muy grande. Hoy puedo decir que celebrar las bodas de oro, equivale a decir “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad” siendo mucho más consciente de lo que esto significa. Y la encomienda que me hizo la Hna María Jesús Gurtubay, al finalizar nuestro primer encuentro con ella, me dijo Ivanna, “PERSEVERANCIA” y hoy me lo repito y así invito a todas las Carmelitas Misioneras. “La vida en el Carmelo es fuente de eterna felicidad”.
A aquellos a quienes he agraviado, les pido sinceramente perdón. Finalmente, les pido que oren por mí, para que el Señor y la Virgen María, Madre del Carmelo. a pesar de mis imperfecciones, me siguen acompañando hasta el final de mis días.
Con afecto y alegría.
Hna Ivana Ferrante cm