Francisca Martínez CMS El Salvador. 30/05/2022
“Todos necesitamos un firme sentido de identidad”. La experiencia vivida en este retiro fue tan importante y bonita ya que nos interrogamos: ¿Cuál es mi identidad, cuál es mi propósito, cuáles son mis proyectos, qué debo hacer para lograrlo? Sin duda cada retiro que vivo, me enseña a conocerme y encontrarme conmigo misma en mi interior.
Haber participado de este retiro me ayudó a retomar retos, compromisos y proyectos que había dejado. Igualmente significativa fue la dinámica del árbol, con ella pude reconocer las raíces que me sostienen y mis puntos de origen; en el tronco encontré qué soy yo, cuáles son mis gustos. En las ramas pensé en los proyectos que quiero tanto personal como profesionalmente; en las florecitas del árbol encontré las virtudes, características y valores que me fortalecen como persona; en los frutos retomé mis sueños, y las metas que he hecho realidad, esto me demostró que si las puedo alcanzar, y me motivó para realizar muchas más cosas en la vida. Y por último los pajaritos que llegan al árbol, son las personas a las cuales quiero y me dan su apoyo para poder cumplir mis proyectos.
Con esta reflexión me di cuenta que Dios no pone personas por casualidad en el camino de cada uno y especialmente en mis proyectos, ya que Él siempre los cumple a su manera y son perfectos.
Dentro del CMS me identifico con los 5 pilares, ya que cada uno enriquece mi vida; en estos hay compromisos que me llevan a mejorar actitudes espirituales y materiales.
Con esta experiencia quiero invitar a más personas para que compartan con el Carmelo Misionero Seglar, conozcan el carisma el que el Padre Francisco Palau nos ha dejado y vivan su vocación en la Iglesia.
Melany Ivette Martínez Gómez
Carmelo Misionero Seglar – El Salvador
Como grupo CMS este día realizamos un retiro espiritual en donde vivimos el encuentro con nosotros mismos.
La experiencia de retiro fue muy enriquecedora y me va a ayudar en varios aspectos de mi vida, tanto en lo personal, religioso, profesional y afectivo.
Iniciamos la mañana con la Santa Misa y luego continuamos con el retiro con todos los miembros del grupo.
Al comenzar la jornada sentía que era normal por así decirlo, pero conforme nos introducíamos en el primer tema, comencé a reflexionar mucho sobre cada aspecto que se mencionaba. Siento que fue de gran importancia e impacto el tema sobre la identidad, ya que con solo escuchar la pregunta de “¿Quién soy yo?” me quedé pensando un buen tiempo y me costó encontrar una respuesta clara. A pesar de que es una pregunta corta y simple, no es fácil de responder, puesto que en nuestro día a día andamos con la mente en otras cosas y no pensamos en algo tan propio de nuestro ser. Por eso me pareció importante este tema, ya que nos permitió profundizar en nosotros mismos y pudimos redescubrir nuestra identidad definiendo nuestra esencia.
Para conocer lo que nos hace únicos y nos caracteriza fue bonita la dinámica que se realizó: el árbol de vida, al saber lo que representa cada parte de él, fue más fácil reflexionar sobre nosotros mimos. Comenzamos con las raíces y fue esencial, ya que asentamos nuestro origen algo que yo no me había puesto a pensar hasta el momento. Recordamos pequeños detalles como fecha, hora y lugar de nacimiento, nuestros padres, cómo fueron nuestros primeros días de vida… Todo esto nos ayudó a definir nuestro ser y al partir de allí fue más fácil reflexionar los demás aspectos. Con el tronco que representa nuestro yo característico, profundizamos en lo que nos caracteriza, en lo que nos define ante los demás incluidos nuestros defectos. También conocimos las extensiones a las que queremos llegar en el futuro: como metas, proyectos y anhelos que tenemos; esos aspectos que sobresalen, los frutos que hemos dado hasta el momento, y las personas que nos rodean.
El siguiente tema también me dejó pensando muchas cosas sobre mi futuro, ya que se trataba sobre el proyecto de vida. El tema me otorgó las bases para saber lo que quiero hacer ya que como joven que soy, muchas veces no sé qué camino tomar o hacia qué dirección apuntar y me encuentro indecisa, por lo tanto, pude reflexionar sobre las prioridades que debo tener, las decisiones que me van a beneficiar, qué cosas debo ordenar y los pasos que debo seguir para llegar a cada una de mis metas. Al final del tema me di cuenta que un proyecto de vida es importante porque nos da sentido y razones para nuestra vida a futuro y porque es un camino que nos facilita llegar a nuestras metas.
Después del almuerzo (que estuvo 10/10) pasamos al último tema que fue el más importante para mí crecimiento como miembro dentro del Carmelo Misionero Seglar, ya que al profundizar en la identidad y los 5 pilares del CMS pude reflexionar y medir en qué aspectos me encuentro débil y por lo cual debo comprometerme para poder crecer y dar frutos.
Al final de todo con la frase que me quedo es: “quien tiene un para qué, encuentra un cómo”, y sé que me ayudará en todos los aspectos de mi vida. La experiencia fue muy buena, de reflexión y autoconocimiento y estoy agradecida con lo que me deja ya que sé que me ayudara en mi crecimiento.


