SÍMBOLO: Cuadro y reliquia del P. Palau, Libros: Historia de las Carmelitas Misioneras, Escritos de Francisco Palau, y Constituciones.
PREPARAR: Dibujo/imagen de un árbol con imágenes de las hermanas y de nuestros apostolados pegadas en los frutos y en las hojas. Distribuir de antemano recortes de hojas para que las hermanas escriban en ellas durante la liturgia. Consulta la página web de la Congregación para ver las imágenes.
Introducción
Es el deseo de nuestro Padre Fundador que seamos un solo corazón, animado por un mismo espíritu (cf. Carta nº 7). Las Carmelitas Misioneras y el Carmelo Misionero Seglar, están llamados a ser profetas de comunión.
El camino que el P. Palau recorrió en su tiempo es también nuestro camino a recorrer hoy y siempre. Tenemos el reto de ser audaces y de ayudar a construir puentes de comunión en el mundo. Aceptemos el reto de ser la presencia evangelizadora de los profetas de comunión para el pueblo de Dios.
Canto
Salve Francisco
Lectura
Juan 15: 1-2, 8-9
“Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo sarmiento que da fruto, lo poda para que dé más fruto… Mi Padre es glorificado por esto, porque vosotros dais mucho fruto, y así demostráis ser mis discípulos. Como el Padre me ha amado, yo también os he amado; permaneced en mi amor”
Texto Palautiano
Carta 39, 7
Contempla y medita a Jesús crucificado, su cuerpo moral que es la Iglesia herida por las herejías y los errores y pecados… Arrodíllate al pie de la cruz, adórala, ofrécete y entrégate enteramente a él para que en ti y por ti y contigo haga lo que le plazca. Ofrécete en el santo sacrificio de la misa junto a Jesús, en sacrificio, en expiación de tus pecados y del mundo entero.
Reflexión
Como Carmelitas Misioneras, tenemos el reto de vivir la centralidad del Misterio de la Iglesia: el amor a Dios y al prójimo como signo profético de comunión. Por eso, en este tiempo de recuerdo de Francisco Palau, conviene revisar nuestra vida de discipulado y de consagración a Cristo en el actual contexto sociocultural, para renovarnos en nuestra pasión personal y colectiva por el Reino.
Con humildad y confianza en la obra del Espíritu Santo, nos dejamos alimentar y podar para seguir creciendo y dando frutos agradables al Señor.
Silencio
Examen de conciencia.
Oración
Señor Jesús, estamos aquí ante ti para contemplarte y adorarte en el amor que has manifestado en la Cruz. Dentro de unas semanas, entramos en el tiempo más sagrado de la Iglesia. Nos unimos de nuevo a tu pasión, muerte y resurrección. Ilumínanos y purifícanos de todo lo que no es de ti y concédenos la gracia de permanecer contigo a pesar de los muchos desafíos que enfrentamos como Carmelitas Misioneras y Carmelo Misionero Seglar. Señor, ten piedad.
Eclesialidad
En nuestra Iglesia y en la comunidad en la que vivimos, caminamos junto a otras personas por el mismo camino.
- Por las veces que no reconocí y acepté a mis compañeros de viaje…
- Por las veces que traté a los demás de forma diferente y mantuve prejuicios con los de otra clase, raza, color o religión…
- Por las veces que no promoví el amor y la comprensión entre mis hermanos y hermanas…
- Por las veces que no participé en la vida de la Iglesia local y universal…
Comunión Fraterna
- Por las veces que me resistí a aceptar los cambios que traerían la unidad de todos…
- Por las veces que creí tener siempre la razón y no acepté nuevas enseñanzas, nuevas ideas, nuevas perspectivas…
- Por las veces que he preferido estar solo y he insistido en mis propios caminos…
- Por las veces que no consulté con mis hermanas, colegas o ancianos al tomar una decisión importante para el bien de la Iglesia o de la comunidad…
Actitud contemplativa
- Por los momentos en que dejé de lado los tiempos de oración en favor de la misión…
- Por las veces que acudí a la oración sin estar preparado…
- Por las veces que dejé de escuchar y hacer lo que el Señor me invita a hacer…
Espíritu Misionero
- Por las veces que dudé en hablar de la verdad por miedo, orgullo y vergüenza…
- Por las veces que pensé sólo en mí y no me preocupé por los demás, especialmente por los pobres y rechazados, por los impotentes y débiles…
- Por las veces que no me preocupé de mi entorno y de la gente que me rodea y que queda en la periferia y no conoce a Dios…
- Por las veces que me sentí perezoso e indiferente en mi servicio a la Iglesia…
Eucaristía
- Por las veces que tuve frío y mi mente divagó y no se concentró en escuchar tu Palabra al asistir a la Santa Misa…
- Por las veces que comulgué aun cuando no estaba en estado de gracia…
- Por las veces que siempre tenía prisa y no tenía tiempo para saludar a los demás en la comunidad…
Ascetismo evangélico
- Por las veces que insistí en mis propias opiniones, no escuché a los demás e incluso causé conflictos…
- Por las veces que me costó escuchar a las personas que me hacían daño, a las personas que despreciaba, a las personas que no estaban de acuerdo con mis creencias, a las personas a las que juzgaba negativamente, a las personas que en mi opinión no tenían nada que aportar…
María
- Por las veces que no imité la fe, la esperanza y el amor de María…
Árbol Palautiano
En silencio, escribe en los recortes de las hojas los propósitos que quieres hacer para ayudarte a crecer en fidelidad creativa a tu vocación de CM.