Nuestro mundo está enfermo, y con él la sociedad misma, por eso la carmelita misionera se compromete a cuidar, impulsar y proteger el entorno y con mayor compromiso, a sus hermanos despojados, inmigrantes y desplazados, haciendo de éste un lugar más justo, sano y...
En su identificación con Cristo y en su integración personal, la carmelita misioneras es una mujer orante, de cuya experiencia, brota su compromiso eclesial y su marcha al encuentro del prójimo.
Testimoniando su gozo vocacional y procurando la continuidad del carisma, la carmelita misionera se acerca al mundo de los jóvenes, generando en ellos procesos de transformación.
Comprometida con la defensa de la vida, el cuidado de la creación y la promoción de la paz la justicia y la solidaridad, la carmelita misionera se hace profeta con su testimonio de vida.
En el tiempo de las comunicaciones y de las redes sociales, la carmelita misionera se esfuerza por crear lazos de comunión y por abrir espacios de acogida, diálogo, oración y discernimiento.